Mi novio y yo estamos terminando de cenar, hoy es mi cumpleaños y estoy de los nervios, porque no sé que sorpresita me tiene preparada. Me ha dicho que cuando salgamos del restaurante vamos a ir a un sitio muy especial y diferente en el que tengo que tener mi mente abierta. La verdad que por más que intento pensar a dónde me va a llevar no se me ocurre nada, pero en ese momento mi chico me pide que le de las bragas susurrándome al oído. Yo me pongo súper colorada y ese calor se me baja a otras partes.

 

Hago lo que me pide, se las guarda en el bolsillo y menudo calentón que llevamos ya sumado al vino que hemos tomado en la cena. Nos montamos en el coche y como estoy tan cachonda, le bajo la cremallera del pantalón y empiezo a tocarle la polla con cara de picarona. Él me responde metiendo la mano debajo de mi vestido y me dice: “Cariño que mojada estás”.

 

Tardo tres minutos en correrme y de repente me viene a la mente una idea del sitio al que vamos: ¿Será un club liberal? ¿Una fiesta swinger? Mamá mía que los calores me están entrando otra vez. Mi clítoris da palmas con las orejas, ¿por fin mis fantasías se harán realidad?. Hace unos meses mi chico y yo nos sinceramos en lo relativo al sexo y le comenté que una de mis fantasías era conocer un Club Swinger. ¿Será esa mi sorpresa?…

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Aparcamos el coche y nos dirigimos hacia una calle, esta zona de la ciudad es súper pija. Llegamos a lo que parece ser un garito, pero no encuentro un letrero con un nombre. Nos abre la puerta un chico cachas con traje de pantalón y chaqueta y nos invita a entrar. Y al entrar confirmó mis sospechas, es un local para parejas swingers y estoy flipando en colores solo con ver la entrada del sitio. Nos recibe una persona encargada del local, nos lo enseña y nos explica cada zona.

 

 

Al entrar lo primero que vemos es una sala como si fuera un sitio de copas normal con una barra en el centro en la que hay una chica bailando muy sensual. Pasamos un poco más adentro y aquí ya si que si hay tema. Hay gente desnuda, en ropa interior, con una toalla.

Se oyen gemidos, azotes y se respira un morbazo… Hay singles, parejas solas follando, parejas que solo miran y se masturban, parejas vainilla que no pasan de la primera sala, intercambios full consentidos entre varias parejas, chicos Swingles o chicas unicornio invitados por otras parejas para hacer tríos…

 

Después de verlo todo nos pedimos un gin tonic y mi chico me pregunta: “¿Te ha gustado la sorpresa?” Y yo le respondo con un morreo brutal que le deja sin respiración , le cojo de la mano y le guío hacia el cuarto oscuro con todas esas camas. Le tiró encima de una de las camas y empiezo a chuparle la polla, a lo que él me respondió metiendo la mano debajo de mi falda y tocándome el clítoris, madre mía qué morbo se respira en el ambiente. La pareja que está a nuestro lado no para de mirarnos y eso me gusta.

 

De repente noto por mi pierna una mano con un tacto diferente y al abrir los ojos veo que es el chico de la pareja de al lado el que me está tocando. Yo respondo igual y tímidamente le tocó a él. Pongo en las manos de mi chico el muslo de la chica y ella acepta las caricias gustosas. Estamos ahora mismo con un subidón los cuatro que al final terminamos follando como locos mientras nos tocamos muy sensualmente los unos a los otros y nos miramos con lujuria. Un full Swap o como llaman aquí un intercambio completo, como había soñado....mmmm.

 

Cuando terminamos vamos a por otra copa para reponer fuerzas seguidas de la pareja que acabamos de conocer. Charlamos un poco y nos metemos los cuatro en el jacuzzi. Les proponemos un juego, que consiste en follar duro mientras la otra pareja observa masturbándose. Me encanta verlos follar mientras me masturbo y ver a mi chico tan excitado… es lo más.

 

Después de cómo ha terminado la noche tras la sorpresa de mi chico, solo puedo decir que me ha encantado y que ¡seguro que repetiremos!